Palabras clave: fertilizantes naturales, huerta
orgánica, compostaje, césped.
Cortando el césped
Comúnmente lo que hacemos luego de cortar el césped de nuestros
patios es embolsarlo y dejarlo para que sea retirado por el camión recolector
de residuos.
Paradójicamente esta práctica es totalmente contraria a lo que debemos
hacer para mejorar el suelo de nuestro jardín.
Los residuos de corte de césped no deberíamos eliminarlos, sino
simplemente dejarlos allí donde están, ahorrándonos trabajo y además abonando
nuestro césped y plantas (después de todo la naturaleza no embolsa ni descarta).
No es de cuidado la “desprolija” y “poco agradable” vista del pasto cortado y
seco sobre el césped (son concepciones culturales), no se preocupen, pues el
crecimiento del césped cubrirá en pocos días los restos cortados, sólo hay que
tener un poco de paciencia. Estas
prácticas me están dando buenos resultados.
El uso del acolchado de restos vegetales en una huerta orgánica,
jardín o patio tiene varias ventajas:
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Protege las semillas.
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Mantiene la humedad del
suelo.
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Mantiene controladas las
malezas.
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Atenúa la compactación del
suelo al ser pisado.
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Evita la erosión eólica e
hídrica.
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Aporta continuamente
nutrientes, conforme es degradada.
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Brinda refugio a los
organismos detritívoros y descomponedores como bichos bolita (cochinillas de la
humedad), bacterias y hongos, entre otros.
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Al no depositar los restos
orgánicos en una pila de compostaje se ahorra el espacio de la pila y también
el trabajo de tener que mover el cúmulo para permitir la aireación (la
naturaleza no apila los restos).
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El material vegetal en
descomposición tiene una gran superficie en contacto con el oxígeno estando
bien aireado, por lo que el proceso de compostaje es aeróbico y no se generan
malos olores en ningún momento.
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Los residuos orgánicos de la
cocina (restos de café, yerba mate, cáscaras de papa, etc.) pueden ser
desparramados sobre el suelo del jardín y cubiertos con el acolchado de pasto.